Autora: Irma Jara Iñiguez
La transparencia y la conducta empresarial responsable (CER) con respecto a los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza se han convertido en una parte integral de cualquier narrativa empresarial desde hace décadas. Las empresas que puedan aplicar directrices internas, mejores prácticas, procesos transparentes y de debida diligencia tendrán un beneficio competitivo y se ganarán la confianza de los clientes. Pero, además, las empresas son actores indispensables para garantizar la lucha contra la corrupción y el desarrollo sostenible. Esto es relevante, ya que la corrupción es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos y las empresas. El 67% consideran que las grandes empresas evitan pagar sus impuestos a menudo o muy a menudo, el 61% consideran que utilizan dinero o contactos para conseguir contratos gubernamentales rentables (FCD y TI, 2023).
Al mismo tiempo, acorde con las encuestas empresariales del Banco Mundial realizadas en el año 2017, el 49.4% de las empresas encuestadas identificó a la corrupción como una limitación importante en Ecuador; mientras que el 5.9% de las empresas señala haber recibido por lo menos una solicitud de pago de soborno (The World Bank, 2017). Sin embargo, acorde con una encuesta para empresas, que fue ejecutada por la OCDE durante 2020-2021, se identificó que el 50% de las empresas encuestadas que operan en el Ecuador o desde el país han adoptado políticas y/o presentan informes en materia de anticorrupción, y menos de un tercio realizan evaluaciones de riesgos con respecto a sus proveedores y socios comerciales como parte de procesos de debida diligencia en la cadena de suministro. Esto, a pesar de que en el marco de la legislación nacional se propone más transparencia con respecto a la información que se deriva de sus operaciones, lo que proporcionaría mayor confianza de los inversores en el mercado.
Además, en las normas para la implementación de buen Gobierno Corporativo, se propone incrementar la transparencia de las actividades relacionadas con la lucha contra la corrupción. En todo caso, se requiere reforzar los compromisos públicos, la divulgación de los sistemas de gestión y controles internos, programas y medidas de ética y cumplimiento. Las empresas también deberían fomentar la apertura y el diálogo con el público para promover la sensibilización y la cooperación para la lucha contra la corrupción en sus diversas formas. La conducta empresarial responsable, por su parte, tiene como objetivo garantizar que las empresas operen de manera ética, sostenible y responsable. En este ámbito, la CER es importante en todas las empresas, pero es especialmente importante en Ecuador, considerando que la Constitución establece que las empresas tienen la obligación de respetar los derechos humanos y el medio ambiente, así como el Código Orgánico de la Producción, Comercio e Inversiones que también establece requisitos para la CER, la transparencia y la rendición de cuentas.
Además, cabe resaltar que, el Ecuador ha llevado a cabo varias reformas jurídicas e institucionales para luchar contra la corrupción. Así, por ejemplo, la creación de la Secretaría de Política Pública Anticorrupción misma que realizó la co-creación y publicación de la Estrategia Nacional Anticorrupción, lo que genera expectativa en este ámbito. Complementariamente, se está promoviendo una contratación pública más responsable, al incrementar la transparencia del sistema de contratación pública, como lo es la disponibilidad del portal de contrataciones abiertas. También, se reformó el Reglamento General a la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Contratación Pública para integrar criterios de sostenibilidad en la evaluación de las ofertas; y, se está co-creando la estrategia nacional de integridad en la contratación pública con una diversidad de actores. No obstante, los esfuerzos anotados, la inestabilidad política e institucional ha dificultado la pronta obtención de resultados.
Mientras tanto, desde la educación superior varias instituciones han iniciado esfuerzos para promover la formación en transparencia e integridad. Así por ejemplo, una buena práctica es la que ha desarrollado el IAEN para la transversalización de la temática, articulando estrategias y contenidos de sus programas/cursos y eventos, con el propósito de conseguir una visión proactiva por parte de los estudiantes, servidores públicos y la comunidad en general y así favorecer un impacto de largo plazo a partir de la formación en educación superior. Se resalta, sin embargo, que los principios de la CER en Ecuador se basan en los establecidos por la OCDE que incluyen: Transparencia, Rendición de cuentas, Equidad, y Sostenibilidad. Con ello, los beneficios esperados para las empresas incluyen: mejora de la reputación, reducción de riesgos de corrupción, los accidentes laborales y los daños ambientales y mejora del rendimiento. En esta línea, el Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE) en el 2017 presentó el proyecto “Ecuador 2030 Productivo y Sostenible” para coordinar con los diferentes actores el desarrollo de iniciativas dirigidas a alcanzar los ODS y que creó la Red Empresarial de Transparencia.
Pero, la mejora de la transparencia y el fortalecimiento de una conducta empresarial responsable conlleva una serie de desafíos como: la falta de conocimiento y conciencia, la resistencia al cambio, la limitación de recursos, entre otros. Por lo que, entre las acciones necesarias se destacan: la promoción de la educación y capacitación en la temática para los administradores de las empresas y los actores interesados; ofrecer incentivos por logros alcanzados en CER y desarrollar marcos regulatorios específicos. En este marco, el sector salud en Ecuador es un sector importante que tiene un impacto directo en la calidad de vida de los ecuatorianos. Las empresas del sector salud tienen la responsabilidad de operar de manera ética. Algunas de las recomendaciones específicas para la promoción de la CER en el sector salud en Ecuador son:
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- Desarrollar códigos de conducta: Claros y concisos, y deben ser accesibles al público.
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- Implementar sistemas de gestión de la CER: Con procesos para identificar y mitigar riesgos, así como para gestionar las relaciones con los grupos de interés
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- Realizar auditorías de CER: Independientes y exhaustivas.
La implementación de estas recomendaciones puede ayudar a las empresas en Ecuador a operar de manera responsable y ética, y a contribuir al desarrollo del país. Además, para poder ser implementados de manera coherente y estructurada, dichos esfuerzos necesitarían acompañarse de una coordinación interinstitucional efectiva. Finalmente, se resalta que, cada vez más empresas e inversionistas prestan atención a estos aspectos para invertir, de manera fiable y segura. En los últimos años, ha aumentado cada vez más el conocimiento de los posibles impactos negativos relacionados con la actividad empresarial, como las violaciones de los derechos humanos y laborales, la contaminación del medioambiente, corrupción y los consiguientes conflictos sociales.